La vida de una modelo es muy dura. Tacones imposibles, tobillos partidos cual fina ramita de árbol, lucir vestimentas mas feas que el ano rojizo de un mandril, ingerir menos comida que un jilguero recién nacido... Una profesión muy costosa que hace que muchas top models en vez de desfilar por la pasarela acaben comiéndosela y rodando por el suelo como albóndigas en el plato.
A continuación veremos una multitud de secuencias de chicas modelando dejándose los piños literalmente. Como podemos comprobar una vez caes la primera vez, parece ser que la sensación es tan placentera que casi siempre vuelven a besar el suelo por segunda, tercera incluso cuarta vez como si hubiesen visto puñados de euros tirados por la pasarela, vamos!
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